Cuando uno tiene tiempo de observar algunos detalles de la fisonomía de Montevideo, da de cara con algunos elementos que conforman el paisaje de la ciudad, personas que parecen de alguna forma, parte necesaria, o por lo menos estable del escenario montevideano. Esos que dan un sentido o por lo menos para mi de cotidianeidad, de “estabilidad” extraña, en definitiva si no están es por que algo raro pasa.
Uno pude ver las estatuas vivientes de las plazas, los que limpian vidrios en los semáforos, los que suben a los ómnibus con guitarras, los que piden o pedían con estampitas y/o almanaques, en algún tiempo los de la construcción con los cascos, uno pude ver parejas de mormones en la calle y el bus. Del paisaje son comunes también mas en el centro los que venden garrapiñadas, ahora se puso de moda en invierno ver torta friteros. Y como algo más particular cerca de plaza Cagancha hay unos que juegan al ajedrez al lado de un puesto de revistas.
Particularmente hoy vi uno de estos notables o por lo menos una parte de él y eso me llamo la atención, en realidad fueron dos cosas lo que lo hicieron. Pero empecemos por el principio hago referencia al señor que se ubica en burgués y propios el que se sienta en la explanada de un supermercado, que hay allí frente a un restaurante.
El hombre allí toma cerveza todos los días desde hace más de diez años. Hoy cuando pase por allí no lo vi…si sus cuatro o quizás cinco botellas de cerveza y un bolso eso me impacto, cuatro o quizás cinco envases de cerveza en la calle cerca de un bolso.
A este señor lo veo desde hace más de diez años en ese lugar, a pesar de estar mucho tiempo sin verlo en los últimos años, porque no estaba pasando por allí, ahora que retome ese paraje lo veo. Y su ausencia hoy fue notoria para mi ¿será que pasa algo?. Me dio una sensación de falta extraña como algo que estaba mal.
Los notables de Montevideo que cosa extraña esa gente que está y no está pero a veces ni siquiera notamos que no está
Ro
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